Sabemos que, en las redes sociales, al igual que en la vida misma, hay de todo: gente bien y de la otra. Una conocida frase, bastante antigua, señala que “hay de todo en la viña del señor”.
Este viernes, decidimos sumarnos a un grupo de Diseñadores Gráficos, para plantear algunas interrogantes, sumar conocimientos y conceptos que enriquezcan nuestro trabajo.
Después de publicar una imagen y redactar algo conteniendo varias preguntas, a los pocos minutos, recibimos un aporte interesante de un diseñador, al cual le agradecimos.
Sin embargo, el segundo comentario no fue bueno. Por el contrario, su tono era AGRESIVO, criticando UNA IMAGEN DE EJEMPLO que habíamos adjuntado, que sólo servía para eso: PARA EJEMPLO.
Luego, que no entendía el porqué de tantas preguntas, cuando en mi texto, decía claramente que participara quien así lo deseara. Estaba más que claro. No pretendía que TODOS, las más de 80.000 personas que tenía el grupo, lo hicieran. Sería ingenuo pensar que eso iba a suceder.
Después, se la agarró esa persona con mi forma de redactar.
Se ve que necesitaba desahogarse con alguien.
Un tipo al que no conocía y tampoco él a mí.
Por último, después de opinar algo sobre lo que consultaba en ese grupo, me cuestionó el hecho de que, si bien yo diseñaba, porqué preguntaba tanto…
Juro que comencé a escribir para responderle punto por punto, pero me detuve, miré la pantalla… me pregunté SI REALMENTE VALÍA LA PENA, si era necesario… y como me respondí que no, borré lo escrito y me di de baja de ese grupo en el cual, únicamente, había perdido el tiempo.
Tengo 58 años… no estoy para soportar gente IMBÉCIL. No tengo necesidad de aclararle que trabajé más 3 décadas en radio y televisión, que siempre se me elogió la forma de redactar que tenía, que SIEMPRE estoy actualizando conocimientos, realizando cursos, invirtiendo en mi formación, haciendo las cosas lo más profesionalmente posibles, ayudando a todas aquellas personas e instituciones que me lo piden o a las que yo mismo contacto…
Me queda claro que no sé prácticamente nada, que TODOS los días aprendo de TODO y de TODOS (es mi frase favorita, y más que simples palabras, realmente lo siento así y lo aplico), no seré JAMÁS ni Galeano, ni Borges, ni García Márquez, ni Paulo Coelho ni tantos otros grandes escritores, pero un poquito, ALGO, me defiendo a la hora de escribir. He leído mucho, he estudiado mucho y sigo haciéndolo… y no me creo nada, pero de ahí a permitir que UN DON NADIE venga a agredirme, ¡ni soñar! Directamente, NO PIERDO EL TIEMPO CON GENTE ASÍ.
Me comuniqué por privado con el Administrador del Grupo, informándole de lo sucedido y de que me daba de baja debido a esa muy mala experiencia.
Tal vez podría haber contestado, y no es que no pudiera hacerlo o tuviera algún tipo de temor… el tema es que evalué lo siguiente, que es esa FAMOSA BOLA DE NIEVE, en donde –típico de las redes sociales- unos opinan a favor, otros en contra, te atacan, te defienden, se atacan entre ellos/as, etc. y al final ES UNA VERDADERA PÉRDIDA DE TIEMPO, ALGO INUTIL, QUE NO APORTA NADA, que no le sirve a nadie, mucho menos a mí.
¿Me asombra esto? No. Las redes sociales están REPLETAS de HATERS (odiadores), de fanáticos, de gente que NO RAZONA, que cree que su opinión o comentario, ES LO ÚNICO QUE VALE, LA ÚNICA VERDAD… cuando sabemos que, en realidad, no es tan así. Todos tenemos opiniones y visiones distintas. Debemos respetar las de los demás, aunque no coincidamos, siempre y cuando, sean planteadas CON RESPETO, CON ARGUMENTOS y CON CONOCIMIENTO DE LO QUE SE ESCRIBE O DICE.
Además de los HATERS, están los TROLLS (contratados para opinar cualquier cosa, distorsionar, provocar, etc.) y, como si fuera poco, LOS/LAS QUE TOCAN DE OÍDO.
No es fácil. Por suerte, existen las opciones de eliminar amigos y seguidores, bloquear y denunciar, darnos de baja de grupos y, de último, cerrar una cuenta.
Si tenemos estos recursos, y entendemos que estamos siendo agredidos, hay que usarlos.
NADIE TIENE DERECHO A AGREDIRNOS.
No importa si es en el mundo real o en el virtual.
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