La respuesta es afirmativa.
Hace poco, en este mismo 2022, conversamos con un veterano dirigente de una de las principales fuerzas políticas de Uruguay, que justamente es de las que ha reiterado en varias ocasiones –a través de algunos de sus referentes, no de todos- que han perdido elecciones debido a que no habían sabido comunicar adecuadamente y tampoco resaltar las diferentes conquistas logradas para el país cuando gobernaron tanto a nivel nacional como departamental.
Incluso, uno de ellos manifestó que debían “repensar la forma en que comunicaban”.
La fuente consultada, nos señaló que existen “tres patas” para resultar vencedor en una elección, haciendo referencia en primer término a la COMUNICACIÓN. Incluso, nos dijo: “no sé si no pongo en el podio a la Comunicación EN EL PRIMER LUGAR”.
Con respecto a las restantes, nos habló de tener un muy buen candidato o candidata y de, obviamente, contar con los recursos económicos suficientes (tema no menor) para poder encarar una buena campaña.
Subrayó que su fuerza política tenía grandes problemas a la hora de comunicar y que, indudablemente, el hecho de no saber hacerlo o hacerlo a medias, sin lugar a dudas, era uno de los factores que había incidido claramente en los resultados finales obtenidos.
Yendo a nuestra experiencia personal, hace unos años (antes del comienzo de la Pandemia) preparamos un Curso-Taller novedoso (no lo vamos a revelar aquí) para el que habilitamos un período de inscripción.
Se anotaron unas 30 personas para esta capacitación.
Cuando confirmamos el lugar, día y hora y concurrimos a comenzar dicho Curso, solamente aparecieron 3 personas. Obviamente que esa actividad, no se llevó a cabo.
La segunda mala experiencia ocurrió en el mes de Abril de 2022, oportunidad en la cual propusimos en determinado lugar de la zona balnearia de Rocha (Uruguay) una charla informal, aprovechando que estábamos de vacaciones en esa hermosa zona y que, por supuesto, teníamos tiempo libre, ganas de hacer algo y, de paso, dar una mano a los dirigentes locales.
Conversamos con una persona, a la cual le encantó la idea. Nos respondió que la iba a plantear, que estaba segura de que iba a ser aceptada. Coincidió en que el tema de la Comunicación, era –sin dudas- una de las debilidades de su fuerza política.
Debido a que en cuatro días retornábamos al depto. de Maldonado, dicha reunión debería llevarse a cabo un Sábado o Domingo.
La misma fue fijada para un Domingo a la tarde.
Fuimos hasta el lugar, y a los pocos minutos, por celular, nos avisan que no se iba a realizar, que nadie había confirmado de las personas que integraban un grupo de Whatsapp de la dirigencia local.
Existe una frase muy conocida: TIME IS MONEY, que significa que el tiempo es dinero. Sin embargo, me gusta cambiarla y decir: TIME IS LIFE porque en realidad, el tiempo es vida. Si perdemos el tiempo, perdemos algo mucho más valioso que el dinero y que NO SE RECUPERA.
Al retornar a la casa donde alquilábamos, recordé que alguien de una ciudad cercana, había dicho que le interesaba la charla y que iba a ir.
Pensando que tal vez le había pasado lo mismo que a mí, la llamé. Por suerte, no había ido. Le conté lo sucedido y me dijo que el hecho, le causaba vergüenza ajena. Que no era posible que a alguien que había decidido dar una mano, haciendo una pausa en su descanso, ofreciendo participar en una charla para ver cómo y de qué manera comunicaba el grupo de dirigentes y militantes locales, escucharlos y aportarles algunos tips y recomendaciones para mejorar lo que se estuviera haciendo, basado en su experiencia y trayectoria, ni siquiera fuera considerado y valorado como correspondía.
Incluso, se termina reconociendo que el llamado que hicieron para la convocatoria a la mencionada reunión, había sido muy escueto y pobre.
En el mes de Mayo, retorné a la zona, comenté que concurría nuevamente y que quedaba a las órdenes, pero en esta ocasión, directamente, no hubo llamado, ni convocatoria ni nada.
Estos hechos, confirman que hay dirigentes y militantes a los que NO LES INTERESA COMUNICAR MEJOR O SOLUCIONAR LOS SERIOS PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN que poseen.
Tal vez, ni siquiera lo ven como UN PROBLEMA el hecho de comunicar poco y más o menos. Incluso, es muy probable que afirmen que NO PERDIERON POR CULPA DE UNA MALA COMUNICACIÓN, que en parte tienen razón, porque sin dudas no fue el único motivo, PERO SÍ ES UNO DE ELLOS… y no tenerlo en cuenta, consideramos que es un grave error.
Si retrocedemos en el tiempo, nos encontraremos con una autocrítica muy tibia, en la que el capítulo destinado precisamente a las comunicaciones, o no fue abordado o se lo menciona muy por arriba.
Nuestra opinión es que, cuando la autocrítica que se hace es tibia, flexible, poco profunda y mínimamente detallada, en donde por lo general la culpa (que nadie la quiere) afirmamos sin derecho a retrucar que es de los otros/as, y que se evidencia fuertemente una ausencia preocupante de un mea culpa, entonces, ahí sí, tenemos un PROBLEMA MUY SERIO.
A lo largo de los años, y de nuestra trayectoria en los medios, hemos cubierto muchas campañas e instancias electorales. Hemos visto aciertos, errores y horrores de todos los partidos en materia de comunicación, marketing, relaciones públicas, imagen, gestión en redes sociales, diseños gráficos muy pobres, material multimedia muy básico, asesoramientos que dejan mucho que desear, ausencia de estrategias, ausencia de PLANES DE TRABAJO, falta de supervisión, falta de coordinación, falta de capacitación de quienes estaban al frente de grupos de comunicación o, como se les llama en algunos casos: Prensa y Propaganda.
¿Hay excepciones? Por supuesto que sí. ¿Existe gente que sabe lo que hace, que cumple muy bien con su tarea? Sin lugar a dudas.
Lo que queda claro es que, solo con voluntad y dedicación, NO SE COMUNICA BIEN O MUY BIEN. Y no estamos para nada en contra de aquellos militantes que ponen todo de sí, que caminan las calles, que restan horas al descanso y a la familia, que les sobra ganas de hacer algo y dentro de sus posibilidades.
Sabemos que muchos de ellos y ellas, TIENEN LA CAMISETA BIEN PUESTA. De eso, no cabe la menor duda.
Sin embargo, hace falta, antes que capacitación, supervisión y tener claros los objetivos, ENTENDER, COMPRENDER EL VALOR DE UNA MUY BUENA COMUNICACIÓN. VALORARLA. SABER QUE ABRE PUERTAS. QUE POSICIONA. QUE VISIBILIZA. QUE DESTACA. Eso… ¡y más!
Es un tema que, claramente, muchos dirigentes y militantes, deberían abordarlo EN CONJUNTO Y EN SERIO, analizarlo y comenzar a hacer algo al respecto.
Y es que, precisamente, SE HACE CAMINO AL ANDAR.
Alguien, algún día, deberá tomar este tema como propio y, más que decir, HACER. PROMOVER ACCIONES PARA QUE SE COMUNIQUE ADECUADAMENTE, CON LAS PERSONAS CAPACITADAS, CON LA CRECIÓN DE EQUIPOS, CON PLANES DE TRABAJO Y ESTRATEGIAS.
Se trata, ni más ni menos, que COMUNICAR ADECUADAMENTE acerca de lo mucho y muy bueno que se haya hecho en materia de obras, de concreción y reafirmación de derechos, de mejorar la calidad de vida de los habitantes de un país, SIN PERDER EL CONTACTO Y EL VÍNCULO CON ESAS PERSONAS QUE CONFIARON CON SU VOTO, QUE APOSTARON POR UNA VISIÓN, POR OBJETIVOS EN COMÚN, POR UN FUTURO ESPERANZADOR en el que no sea una opción a considerar irse del país, sino más bien, perseverar y tratar de romper con aquello de que “nadie es profeta en su propia tierra”.
Desde nuestra visión, teniendo en cuenta la evolución contundente y constante a nivel tecnológico, LA REVOLUCIÓN, UNA VERDADERA Y ACTUALIZADA REVOLUCIÓN –Y SU CONSIGUIENTE TRANSFORMACIÓN- TAMBIÉN DEBE INCLUIR A LAS COMUNICACIONES.
Desconocer este hecho y no trabajar para lograrlo, significa negar su cada más vigente validez y protagonismo, con el consiguiente retroceso y la ausencia en una tendencia cada vez más fuerte y mejor posicionada en el mundo entero.
(Foto: Element5 Digital en Pexels)
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